- Procesos de negocios.
- Tecnología de sistemas.
- Proveedor de software.
- Creación de informes.
- Costo total de propiedad.
Nos gustaría terminar con esta conclusión:
En cierto momento, todas las empresas deben ponderar los costos y beneficios de retener un sistema ERP antiguo o seleccionar e implementar uno nuevo. Si bien corren sobre tecnología más antigua, los sistemas heredados ofrecen a las compañías cierto nivel de comodidad, una comodidad que probablemente redunde en la pérdida de mayor funcionalidad y tecnología relevantes.
Los sistemas ERP más antiguos planteaban muchos desafíos para las organizaciones. A menudo, los procesos de negocios ineficientes son dictados por estos sistemas y complementados por soluciones intermedias creadas por usuarios ingeniosos para maximizar la productividad personal. La tecnología se ve afectada por problemas de integración, disponibilidad de recursos de soporte y personalizaciones que no permiten actualizaciones para optimizar las funcionalidades y la tecnología. Las fusiones y adquisiciones modificaron las relaciones de los proveedores de software con sus clientes. La creación de informes no ofrece información oportuna a los decisores. Por último, el costo total de procesos ineficientes y mantenimiento de un sistema heredado podría justificar el costo de implementación de un nuevo sistema para mejorar la eficiencia, atención al cliente y generación de ingresos.
Estos factores son responsables de que muchas organizaciones cambiaran sus sistemas ERP. Pero la respuesta correcta para su organización surgirá de los desafíos específicos que enfrenta. A medida que descubra los motivos por los cuales otras organizaciones cambiaron sus sistemas ERP, podrá evaluar si es el momento correcto para aprovechar las capacidades del software ERP moderno.
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