Si la empresa logra consolidarse en esta etapa obtiene los siguientes beneficios:
- Confianza en la empresa. Fe en el proyecto.
- Conocimiento objetivo de la realidad: de su contexto, mercado, recursos, posibilidades, etcétera.
- Definición de la viabilidad del proyecto.
- Congruencia entre posibilidades y recursos.
- Compromiso y arranque del proyecto.
- Rumbo para orientarse hacia el logro del objetivo.
- Establecer un ambiente predecible de trabajo.
Cuando una empresa en esta etapa no se consolida de manera que obtenga esos beneficios, puede fracasar el proyecto, o bien, pasar a la siguiente etapa pero con las siguientes dificultades:
Primero, crear una estructura que promueva la congruencia y no el engaño. Tener siempre presente la misión institucional.
Segundo, analizar las contradicciones que se dan en el equipo con respecto a las tareas fundamentales requeridas para lograr los objetivos.
Tercero, invertir mucho tiempo en comunicarse.
- No se concretan los proyectos.
- Hay una actitud "mágica" para solucionar problemas: "Cuando empecemos a trabajar, se acabarán las dificultades".
- Activismo, es decir, se trabaja mucho sin planear, sin pensar hacia dónde y, por lo tanto, no se logran los objetivos.
- Crítica estéril, destructiva, no fundamentada.
- Frustración, rabia.
- Desesperanza en el proyecto. No parece valioso. Incredulidad.
- Importamadrismo. Actitud pasiva de poco compromiso con la tarea.
- Las ideas no se pueden discutir.
Primero, crear una estructura que promueva la congruencia y no el engaño. Tener siempre presente la misión institucional.
Segundo, analizar las contradicciones que se dan en el equipo con respecto a las tareas fundamentales requeridas para lograr los objetivos.
Tercero, invertir mucho tiempo en comunicarse.
En el siguiente post, hablaremos de la segunda etapa "Organización"
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