En forma literal, un ERP es un sistema para la planeación de
los recursos de una empresa. Lo que intenta el ERP es integrar las operaciones
y funciones de una organización en un solo sistema que sirva y atienda a todas
y cada una de las necesidades particulares de cada departamento.
Al compartir una base de datos común, las áreas de finanzas,
recursos humanos, producción, ventas, distribución, etc. pueden colaborar
estrechamente y hacer más eficiente la manera en que cada una trabaja.
Debemos partir de que no hay un ERP “perfecto”, sin embargo,
dependiendo de las necesidades particulares del negocio y estilos de gestión,
algunos serán más adecuados que otros.
Algunas características no funcionales de sistemas ERP, como
una referencia para ayudar en el proceso de evaluación de soluciones: